"Querida Lydia,
Estamos tan agradecidos por tu apoyo durante todo el proceso del nacimiento. Sin vos, no lo hubiéramos logrado así.
Desde el momento en que entraste por la puerta supe que eras la persona indicada. Nos sentamos a charlar y fue como si fuéramos amigas de toda la vida. Y recién nos habíamos visto por primera vez hacía unos minutos. Tu manera tan amorosa y empática me llegó al corazón, a mí y también a mi bebita que todavía estaba en mi panza. Con tus masajes logré relajarme por completo y confiar profundamente en el proceso.
Y unas semanas después, ahí estabas vos, en medio de la noche, en mi casa, cuando se me rompió la bolsa. Estuviste a mi lado en cada paso, en cada latido y en cada respiración. Te agradezco de todo corazón por acompañarme con tanto entendimiento y un amor sin límites, a mí y a mi hija."
Cordula, Acompañamiento de Parto
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